A partir de la creación de la doctrina de Belén en 1777, y la llegada de su primer cura vicario, Mariano Pacheco de Peñalosa, se inicia en los Altos de Arica un proceso renovado de evangelización que parece haber tenido efectos importantes en la religiosidad local. A partir de los registros de sacramentos de la parroquia de Belén, se propone que las poblaciones indígenas incorporaron algunos aspectos del culto católico, sobre todo relacionados con el bautizo y el matrimonio. Por el contrario, los ritos concernientes a las defunciones no tuvieron la misma aceptación. De todas maneras, se reconoce en los cultos locales, cierto grado de incorporación de aspectos de la ritualidad cristiana. Palabras clave: Parroquias de indios, sacramentos, cofradías, Mariano Pacheco de Peñaloza, aymaras.