En Chile, desde mediados del siglo XIX comenzó la explotación de los recursos carboníferos ubicados al sur de la provincia de Concepción y en la provincia de Arauco por parte de capitalistas del centro y norte del país. Tal fue el nivel de desarrollo y altos grados de inversión de estos empresarios, que en unas décadas esta actividad económica, principalmente alrededor de los centros urbanos de Coronel y Lota ya se encontraba altamente mecanizada, con destacados índices de producción, empleo, inversiones y uso intensivo de tecnología. En resumen, “una empresa organizada y gestionada en la lógica del capitalismo” que se vio beneficiada por las transformaciones económicas y productivas propias del proceso de modernización chileno decimonónico.