El fomento de la privatización en el sistema escolar llevado a cabo por la dictadura militar, permitió la conformación de grupos de empresarios de la educación dueños de varios colegios que recibían subvención estatal. Amparados en una legislación mínima, estos empleadores desarrollaron prácticas laborales autoritarias, en sintonía con la situación política del país. Lo anterior no impidió la emergencia de un proceso de sindicalización, el que resistió algunas de las medidas laborales de estos empleadores. El apoyo del gobierno al sector patronal se tradujo en la imposibilidad de mejorar las precarizadas condiciones de los docentes de estos colegios. Basados en revisión de prensa nacional y entrevistas a profesores partícipes del proceso de asociatividad, el presente artículo se enfoca en analizar históricamente las condiciones del trabajo docente de un sector mínimamente considerado en los estudios, como lo fueron los colegios particulares subvencionados, y en dar cuenta de la trayectoria organizativa de este sector de trabajadores.
Los resultados de la investigación permiten afirmar que el crecimiento de los empresarios educacionales se sustentó en las prácticas laborales autoritarias, lo que pone en cuestión una parte de las bases argumentativas del discurso neoliberal aplicado en las políticas educacionales.