En un contexto de aislamiento internacional (1973-1979) y de grandes desafíos económicos, el gobierno debía tomar decisiones dentro de un menú reducido de alternativas. Las opciones fueron: seguir una postura equidistante de las opciones estatistas y de mercado; elegir el neoliberalismo que le proponía un grupo de asesores económicos formados en la Universidad de Chicago; o, lo que ha sido desconocido hasta ahora, tomar una tercera opción, que era el modelo de Corea del Sur, que combinaba autoritarismo político y liberalismo económico, que daba libertad de acción y apoyo a los empresarios privados, que se desarrolla en este artículo.