Desde principios del siglo XX, en la capital de Chile, el problema de la vivienda y condiciones de la habitación de los grupos de mujeres y hombres más desposeídos, cobró mayor notoriedad con la promulgación de la Ley de Habitaciones Obreras de 1906. A partir de aquel cuerpo legal, se generaron gradualmente diversas iniciativas para racionalizar y mejorar las condiciones de vida de las personas que habitaron ranchos y conventillos de la ciudad. Es en ese contexto, que surgió la idea de levantar nuevos conjuntos habitaciones, producto de la gestión del Consejo Superior de Habitaciones Obreras, como la población El Huemul, Lo Bezanilla, Matadero y San Eugenio, esta última de 1911. Conocer la discusión, el proceso de publicidad y quienes fueron los y las adquirientes, permite generar una aproximación a la génesis de un proyecto de vivienda racional en un sector marginal de Santiago de Chile.