Cátedra de Derechos Humanos del Departamento de Historia analizó la contingencia en el seminario “Chile en el laberinto constitucional… ¿qué hacer?”
A casi tres meses del plebiscito constitucional que selló el triunfo del rechazo a una nueva Constitución, el Departamento de Historia de la Usach y su Cátedra de Derechos Humanos convocaron al seminario “Chile en el laberinto constitucional… ¿qué hacer?”, que contó con la participación de académicas/os nacionales.
En la apertura, el director de la Escuela de Historia, Dr. Rolando Álvarez, entregó algunas claves de la vinculación que ha sostenido el departamento, en particular la solidaridad demostrada “con las víctimas de la violencia estatal” a partir del estallido social de 2019, entre las que se cuentan integrantes de la comunidad universitaria.
Recordó el trabajo encabezado por la entonces directora del área y hoy decana de la Facultad de Humanidades, Dra. Cristina Moyano, donde “dada la preocupación por estas temáticas se concretó la idea de crear una cátedra centrada en los derechos humanos”, junto con la organización de un claustro pluriestamental.
Para la Dra. Moyano, los intentos de explicación a lo ocurrido tanto para lo del 18 de octubre de 2019, como también el 4 de septiembre de 2022 “han redundado en interpretaciones bastante simplificadoras, reduccionistas”. dijo.
Citó como ejemplo, “el concepto de ‘pueblo’, o aquellas columnas de quienes han hablado sobre la aspiracionalidad de quienes votaron Rechazo como una falta de conciencia de clase, o que el pueblo no estaba preparado para aprobar una Constitución tan progresista [...], ergo, pareciera que el pueblo chileno es más conservador de lo que parece, nos dicen columnistas e ‘iluminados’”, apelando también a la desinformación en medios de comunicación.
Rodrigo Karmy, Doctor en Filosofía de la Universidad de Chile y profesor e investigador de la Facultad de Filosofía y Humanidades esa Casa de Estudios, consideró que “si decimos ‘estallido’ no nos hacemos cargo del acontecimiento que tiene la irrupción de octubre, y más bien reducimos la potencia del mismo a la circunnavegación fácil del hecho.
“Quizás solo al renunciar a la denominación de estallido social, podemos entender cómo la cita histórica de 1973 parece desplazarse hacia el 18 de octubre de 2019, donde se abre otra grieta histórica”, remarcó.
Por otra parte, el Dr. Christian Retamal, director de la Cátedra de Derechos Humanos de la Usach, enfatizó en la idea de “una navegación a ciegas”. Consideró que “existe una escasa demoscopia desarrollada en el país dada la falta de encuestas y metodologías más eficaces para medir la opinión pública”, y dejó como ejemplo la inexistencia de un centro similar al de Investigaciones Sociológicas español, que tiene sus bases de datos publicadas y es posible analizar y reconstruir sus resultados.
Danilo Billiard, periodista, Magíster en Comunicación Política y candidato a Doctor en Filosofía de la Universidad de Chile, consideró que “la revuelta no es más que una suspensión del tiempo revuelto, que logró convertir la arrogancia en rebeldía”, y por tanto, “para salir del laberinto, la imaginación política tiene que conjugarse con el pensamiento estratégico”, apuntó.
Otras opiniones
La Dra. Camila Jara, socióloga, Máster en Análisis Estadístico para las Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Lovaina y Dra. en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Leiden, comentó que posterior a la dictadura, “y producto de factores políticos, económicos y psicológicos” existió “una movilización latente, donde se produjo una reconfiguración de las ideas fuerza, de las demandas y las identidades que hicieron posible la ebullición social del año 2011”, donde, de acuerdo a la académica, “se produce el paso hacia una movilización”, lo que marcó un hito en el proceso reciente actual, siendo un catalizador del 2019.
Para cerrar, el Dr. Igor Goicovic, profesor de Historia y Geografía, Magíster en Historia de la Universidad de Santiago y Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad de Murcia, consideró que “uno de los elementos que han recorrido los debates políticos y la discusión académica es la consideración de estallido”, que, a juicio del académico, “no alcanzó para rebelión, ni para estallido: fue revuelta”.
Por tanto, “este proceso, que se fue gestando y que alarmó a la élite política en el poder y también a las clases dirigentes requería ser abordado con soluciones de carácter político que no pasaban por la represión. Requerían de otro tipo de abordajes”, concluyó.
Para revivir en detalle el seminario “Chile en el laberinto constitucional… ¿qué hacer? puedes visitar la página de YouTube del Departamento de Historia de la Usach en el siguiente link.
Nota realizada por Emilio Tudela y publicada en Usach al Día
Nota original aquí