Entrevista a Juan Paulo Concha, egresado de la carrera de Pedagogía en Historia y recientemente electo Concejal por la comuna de Puente Alto.

Juan Paulo Concha, ingresó en 2012 a estudiar Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales a la USACH. En las recientes elecciones del 15 y 16 de mayo resultó electo como concejal de la comuna de Puente Alto de la mano de distintas organizaciones sociales que se agruparon en torno al proyecto de la “Alcaldía Colectiva” y se prepara para asumir funciones en el Concejo Municipal.  

 

Considerando tu trayectoria de vida, ¿Qué rol jugó el paso por la USACH en tu desarrollo político y social?

Bueno yo estudié toda mi vida en Puente Alto y en 2012 entré a la pedagogía en Historia en la USACH, lo que siempre quise estudiar.  Entrar a esta Universidad, sin duda, marca mi trayectoria, por todo lo que significa ingresar a una Universidad pública, una Universidad que tiene una trayectoria de compromiso social, que tiene un sello social y, sobre todo, en las carreras de humanidades, donde nosotros estudiamos, leemos y construimos ciencias alrededor de los cambios sociales y de lo que nosotros hoy en día estamos protagonizando como pueblo.

Yo desde chico tenía un compromiso con el bienestar de mi entorno, pero sin ser tan marcado políticamente. Después, en la enseñanza media, me sentía socialista, de hecho, el 2011 ingreso al Partido Socialista y milito ahí, pero no tuve gran participación y me fui muy decepcionado de los partidos políticos.

Aunque era bastante cercano a las compañeras y compañeros que desarrollaban política, nunca participé activamente de la política universitaria. En ese momento me dedicaba exclusivamente al trabajo territorial ligado al medioambiente, a la defensa del agua. De hecho, cuando salgo del Partido Socialista, es cuando entro a un colectivo pequeño acá en Puente Alto que se llamó “La Savia”, con un sello de la defensa del medio ambiente y que se posicionaba desde el ecosocialismo. Es desde ese lugar de donde viene todo un proceso de reflexión política colectiva y también de articulación con otras organizaciones de Puente Alto.

Cuando ingresé a trabajar decido salir del colectivo “La Savia”, sólo me mantengo en el activismo social de “Agua y Soberanía”, hasta el año pasado que ingreso al Partido Igualdad. Desde ese espacio nos sumamos a las campañas por el Apruebo y la Convención Constitucional y en ese momento es donde se levantó una alternativa aquí en Puente Alto que la denominamos la “Alcaldía Colectiva”, que es una propuesta profundamente enraizada en los vecinos, las vecinas y los barrios, donde el programa comunal fue construido directamente con las personas de la comuna, la cual se pensó como una apuesta por enfrentar a los partidos tradicionales y que rápidamente se transforma en la segunda fuerza política a nivel comunal.

Y bueno, particularmente de la USACH, a mí me marca mucho que yo estudié becado en la Universidad. Entonces si pude acceder finalmente a estos espacios de pensamiento, de reflexión, poder estudiar, es porque una universidad pública me dio la oportunidad de entrar ahí y pude estudiar prácticamente gratis. Y esto es muy importante, porque estas becas las entrega el Estado y el Estado se financia a través de los impuestos de todos y todas, entonces yo finalmente mencionaba en campaña que, si yo logré acceder a estudios es porque los vecinos, por medio de sus impuestos, me los pagaron. Entonces, sobre todo quienes estudiamos en una Universidad pública, tenemos y debemos desarrollar el compromiso con nuestra sociedad, con nuestra gente. La USACH no es una Universidad de una elite social, sino que es de gente sencilla como uno, donde el estudiantado viene de comunas periféricas, viene San Bernardo, Puente Alto, Pudahuel, Recoleta, Renca, ese es el estudiantado de la USACH, entonces son los hijos de los obreros y las obreras, que pueden acceder hoy día a la Universidad, a estudios superiores, lo que entrega una impronta, un compromiso social más fuerte.

 

¿Qué te motivó a entrar estudiar historia?

Siempre fui bueno para Historia en el colegio, era medio rebelde, no estudiaba, pero siempre me fue bien en Historia porque me gustaba, de curioso. Primero entré a estudiar Ciencias Políticas, pero en una universidad muy cara, no me sentía cómodo con la gente y me seguía picando el bichito de la pedagogía en Historia, primero por ser profesor y segundo por la Historia, que para mí siempre ha sido muy llamativo poder estudiar acerca de cómo se transforma la sociedad, cómo el ser humano es protagonista de su tiempo, donde uno leyendo de Historia te das cuenta de cómo las cosas pueden cambiar. Sobre todo, el contraponerse al relato de nuestros padres, al relato transicional de post-dictadura, de los vencidos, porque mi generación viene del relato heroico, de salir a las calles, de sentirse protagonistas, partiendo del 2006 con la “Revolución Pingüina”, después el 2011 y todas las movilizaciones callejeras que vinieron después hasta el “Estallido Social” de octubre del 2019.

Fue desde el 2011 que me planteé estudiar Historia como una cuestión práctica, para comprender cosas, para hacer política, y con eso no sólo me refiero a la institucionalidad, sino a la política diaria, cotidiana.

 

¿Cuáles son las herramientas más importantes que adquiriste durante tu paso por la Pedagogía en Historia?

Mira suena casi como un concepto cliché, pero es el pensamiento crítico. A mí de verdad el haber ingresado a estudiar Historia en la USACH me entregó la posibilidad de desarrollar y de profundizar el pensamiento crítico, la capacidad reflexiva de lo que está sucediendo. Las lecturas, los ramos que teníamos, sirvieron para eso. Sin embargo, como te comenté, lo más importante fue fortalecer y fomentar el pensamiento crítico, principalmente porque eso implica reflexionar sobre lo que está pasando y lo que estoy haciendo, que es muy importante para hacer política.

 

Teniendo en consideración todos los procesos de transformación política que se han experimentado en el país los últimos años y los nuevos espacios que se estarán disputando a nivel local y nacional, como la Convención Constituyente, las alcaldías participativas, las elecciones presidenciales, ¿Qué rol consideras que deberían cumplir las universidades, las humanidades y el estudio de la Historia en este nuevo contexto?

Nosotros vemos cómo el poder empresarial muchas veces coopta a las universidades. Muchas veces se termina construyendo conocimiento en torno a los intereses empresariales. Yo considero que las universidades deben estar a disposición del bienestar de la sociedad y no prestarse para hacer estudios que, de antemano, se elaboran con la intención de legitimar y defender los intereses de estos sectores de elite.

Por eso es tan importante que la universidad asuma un compromiso con los cambios que se están produciendo hoy en día en Chile, desde el 18 de octubre que estamos viviendo cambios profundos en la sociedad, entonces ahí cabe preguntarse si las universidades van a estar efectivamente a la altura de lo que se requiere hoy día.

 

¿Cuáles son los elementos y contenidos que pretendes potenciar desde la concejalía de Puente Alto? ¿Hay una tabla de temas prioritarios a trabajar?

Como te comentaba, yo vengo de los movimientos socioambientales, de la defensa del agua, y si bien es cierto que uno tiene un sello, el desafío es no caer en desarrollar solo esa dimensión. Tenemos que hablar de toda la amplitud de las necesidades que existen y por eso debemos dialogar con todas las organizaciones sociales que existen hoy en día en Puente Alto y que trabajan ciertas problemáticas. Por ejemplo, “Ruta Calle” es una organización que se dedica a alimentar a las personas en situación de calle en la comuna, nosotros nunca hemos trabajado ese tema, entonces por eso mismo hay que ir a dialogar con ellos. El tema de la mujer yo tampoco lo he trabajado desde mi militancia social, pero sí tengo que ir a sentarme a conversar con las personas que sí lo han trabajado. Entonces más que centrarme en la educación o el medioambiente, es centrarme en el bienestar de nuestra gente, de nuestros vecinos, de nuestro pueblo. Yo lo pondría enfocado en el buen vivir y aquí se engloba todo eso, se unen diferentes trincheras de lucha, porque en realidad nosotros estamos luchando contra las injusticias y la desigualdad social, y finalmente eso está presente en todo.

En este sentido, buscamos desarrollar una mayor participación de los vecinos y las vecinas, por lo tanto, es una profundización democrática, buscamos una profundización democrática donde las personas sean protagonistas de las decisiones, es mayor transparencia y anticorrupción. Esas son las necesidades de las personas, en los puerta a puerta nos dimos cuenta de que la gente busca seriedad, transparencia, probidad. La gente tiene la necesidad de volver a confiar en la política y lo que se ha demostrado es que la derecha y la ex Concertación no se han comportado de acuerdo con esos parámetros.